Julio de 1981. Domingo 5, cancha de Ferro, donde San Lorenzo
hacía de local, porque hace dos años había perdido el Viejo Gasómetro, que permanecía
ahí, como un elefante blanco (con vivos azul y rojo). Todavía nadie imaginaba
un Nuevo Gasómetro y mucho menos la idea de volver a Tierra Santa. Pero eso no
era lo único que se desmantelaba en San Lorenzo, la crisis institucional
apremiaba y eso era lo que transmitía el equipo en la cancha. El Torneo
Metropolitano de 1981 lo jugaron 18 equipos en dos ruedas todos contra todos y
el ganador en aquella época se llevaba dos puntos. En la fecha 26, el Ciclón
pierde por tercera vez consecutiva, esta vez con Platense en Vicente López y
queda con 22 puntos, al igual que Talleres de Córdoba y por encima de Sarmiento
con 20, Argentinos con 19 y Colon que cerraba la tabla con 18. No había promedios,
el ultimo se iba a la B, que no era Nacional ni Metropolitana, simplemente era
la “B”. En ese contexto San Lorenzo recibió al Sarmiento de Junín del “Toti”
Iglesias y un joven “Tigre” Gareca, dirigido por Roberto Perfumo, que debutaba
en primera ese año y que ya había le ganado 2 a 0 en el partido en Junín. El
partido se jugó con la intensidad del caso y Sarmiento se aventajaría en el
primer tiempo, con un gol de Luciano Polo, un ídolo del club y actualmente
concejal de la ciudad. En el segundo tiempo empataría Eduardo Delgado, más
tarde recordado por fallar el penal ante Argentinos aquella fatídica tarde. Todos
los que peleaban el descenso empataron aquella tarde. El final de la historia
todos la recordamos, pero que hubiese sido si en aquel partido, a falta de 7
fechas, San Lorenzo hubiese ganado?
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